Castillos de Valladolid (14/11/20)

Ruta (140 kms.)

Es nuestra primera ruta para ver exclusivamente castillos basándonos en google maps y de ello ya hemos aprendido que la próxima vez no deberemos cometer dos errores:

1.- Hay castillos privados que, aparte de que no se pueden visitar, están rodeados de otras viviendas aledañas o vinculadas al propio castillo, o de tanto terreno alrededor, que del castillo sólo se ve la torre del homenaje y a lo lejos

2.- Hay castillos visitables y otros que no, y dentro de los primeros algunos hay que llamar por teléfono previamente para que te lo abran o acordar un horario de visita, ya que no siempre están en él.

14/11 Salimos sin madrugar y vamos al Castillo de Aguilarejo, al lado mismo de la autovía. Es uno de los casos que he dicho antes. Un castillo particular rodeado por una valla altísima y viviendas aledañas, de tal forma que no se ve prácticamente nada. La foto de Google está hecha desde dentro del recinto, pero yo no puedo acceder a él.

 Lo que no está mal es el entorno, al lado del Canal de Castilla, de unas compuertas y de un viejo molino destrozado, pero hay unas mesas y un prado de cesped asi que aprovechamos para comer tranquilamente lo que hemos dado en llamar «la comida de subsistencia» (unos sandwiches, fruta y chocolate) que nos resuelven muy bien los imprevistos.

Seguimos hacia Trigueros del Valle, donde ya hemos comprado las entradas para ver el Castillo Encantado. Como es la semana después de Halloween lo tienen decorado para la ocasión, además de la que tienen como permanente. Está muy bien y es una idea superoriginal para promocionar los castillos sencillos.

Con varias estancias y todas ocupadas con figuras de muchos tamaños y temáticas distintas. La mayoría mitológicas y en ocasiones haciendo referencia a películas de cine fantástico. Por Halloween han decorado el patio central con dos laberintos decorados con figuras terroríficas (ja ja) pero que algunas tienes que acércate mucho para ver si no personas reales que te van a dar un susto de muerte o si son figuras. Lo dejo a vuestra interpretación por si vais a verlo.

Ahora nos vamos a Villalba de Los Alcores donde nos ocurre lo mismo que con el primer castillo (es privado), con la diferencia de que por un lateral está rodeado por tierras de labor, así que al menos podemos sacar una foto desde lejos. Menos mal que unos lugareños que se estaban haciendo una buena pancetada bos dieron pistas de por donde ir para poder sacar alguna foto.

Lo lógico desde aquí es ir a ver el Castillo de Ampudia, pero como ya lo conocemos pasamos de él y vamos al Castillo de Montealegre de Campos. Una gran sorpresa, porque menudo pedazo de castillo, con unos muros impresionantes y en perfecto estado de restauración. El patio interior no dice gran cosa, pero sí merece la pena ver la torre del homenaje (5 euros).

Seguimos para hacer una parada en Medina de Rioseco, que aunque ya lo conocemos de sobra siempre es apetecible dar un paseo por su calle principal, los soportales de madera y el cocodrilo colgado en una fachada.

Vamos a ver otro castillo hasta Belmonte de Campos. Está cerrado y con un cartel que indica que actualmente se encuentra en restauración y que en breve lo abrirán al público, si bien parece tener sólo la torre del homenaje pero las defensas exteriores son bastante pobres.

El último castillo que vemos de Valladolid es el castillo de Torrelobatón, del cual impresiona el tamaño de la torre del homenaje respecto al castillo. Acoge una exposición que explica la historia de los Comuneros. Merece la pena verlo.

Ya de vuelta nos adentramos en Zamora y paramos a ver el castillo de Villalonso. Este castillo lo utilizan para hacer eventos, y sólo cuenta con una pequeña torre del homenaje y una explanada en el centro. Muy bien restaurado.

Como aún nos da tiempo paramos muy cerca para ver el molino de Castrobembibre. Totalmente distinto a los de La Mancha, ya que la piedra que lo conforma es vista, sin reboco de cal blanca. Por dentro sólo tiene una estructura metálica para subir hasta la zona alta y ver las increíbles vistas del valle, pero nada más. Hay carteles indicando cómo eran en sus mejores tiempos.

Iniciamos el camino de regreso porque se hace de noche enseguida, pero nos da tiempo a parar para ver el Castillo de Tiedra. Ya está cerrado, es de noche y hace bastante malo, por lo que nos lo apuntamos para verlo otra vez porque tiene muy buen aspecto, y es de los pocos que hemos visto con foso y puente levadizo.

 

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